Diversificación de cultivos: oportunidades en castañas y frambuesas

Los retos de la diversificación de cultivos
Esta presentación, organizada por SIVAL, puso de relieve las oportunidades que ofrece la diversificación de cultivos, en particular con las castañas y las frambuesas. En un contexto en el que las limitaciones climáticas, reglamentarias y económicas pesan mucho sobre los productores, la diversificación parece ser una solución estratégica para garantizar el futuro a largo plazo de las explotaciones.
En los últimos años, muchos productores, sobre todo del sector vitivinícola, han buscado alternativas viables. Las castañas y las frambuesas se cuentan entre las opciones más atractivas, ya que ofrecen mercados prometedores y una gran variedad de salidas, desde los productos frescos hasta la transformación industrial.
Plantación y rentabilidad del castaño
Las castañas representan una oportunidad debido a la creciente demanda del mercado. La producción francesa, históricamente en declive, sólo cubre el 50% del consumo nacional, lo que deja margen para nuevas plantaciones potenciales. El cultivo del castaño se adapta mejor a los productores con buen drenaje y suelos ácidos, condiciones esenciales para un desarrollo satisfactorio.
Existen dos mercados principales para las castañas: el mercado en fresco, que requiere frutos grandes y de gran calidad, y el mercado de transformación, donde se añade valor a través de harinas, cremas y preparados sin gluten. La instalación de un huerto de castaños requiere una inversión de entre 1.000 y 15.000 euros por hectárea, con un retorno de la inversión de entre 6 y 15 años según el modelo elegido.
Producción y comercialización de frambuesas
Las frambuesas ofrecen una alternativa estable y prometedora, gracias al fuerte crecimiento del consumo. En la actualidad, la producción nacional sólo cubre el 14% de las necesidades del mercado francés, lo que deja un importante margen de desarrollo. A diferencia de las castañas, las frambuesas son fáciles e instantáneas de consumir, lo que facilita su integración en los canales de distribución.
Existen dos métodos de cultivo posibles: el cultivo en suelo, que requiere un suelo rico y drenante, y el cultivo en superficie, que permite un mayor control de las condiciones de producción y una mayor protección contra los caprichos del clima. El rendimiento medio varía según el método de cultivo, oscilando entre 5 toneladas por hectárea en campo abierto y 15 toneladas en superficie bajo cubierta. Sin embargo, se trata de un cultivo que requiere mucha mano de obra, sobre todo para la recolección, que se realiza varias veces por semana.
Por último, se recomienda encarecidamente la protección a cubierto para limitar los riesgos sanitarios y climáticos. Las plagas específicas, como la Drosophila Suzuki, requieren un estrecho seguimiento y estrategias adaptadas que impliquen una recolección frecuente y el uso de organismos beneficiosos naturales.
Altavoces
Sébastien CAVAIGNAC - Director Invenio - IRFEL